Deporte y migraña

Ser una persona deportista y a la vez propensa a tener migraña es una combinación que requiere un control. Estudios afirman que practicar actividad física aeróbica (aquella en la que se utiliza el oxigeno como combustible: correr, ciclismo, natación, fútbol, baile, equitación, esquí...) y en una intensidad moderada durante 2 horas aumenta la cantidad de histamina en el organismo. Esta molécula es conocida, entre muchas otras cosas, por vasodilatar el sistema arterial, efecto que facilita la aparición de migraña. 

Exactamente lo que se ha visto es una vasodilatación post-ejercicio dinámico mediante la activación de los receptores de histamina H1 y H2 en nuestro organismo. Esta activación no se ha encontrado en un post-ejercicio de resistencia.

Todos sabemos que el ejercicio aeróbico tiene unos efectos beneficiosos y por lo tanto es recomendable practicarlo para mejorar nuestra salud. Entre otras cosas porqué reduce el riesgo de padecer enfermedades como la hipertensión, diabetes, obesidad y baja el nivel de estrés, de colesterol y mejora el ciclo del sueño. Pero si tenemos un déficit de la enzima Diamino Oxidasa (DAO) será más fácil la aparición de migraña (recordemos que el 87% de los pacientes con migraña tienen déficit de DAO), pues el nivel histamínico de estas personas ya se encuentra elevado y por lo tanto tienen una doble vía de acumulación histamínica. Por un lado la acumulación por el trastorno metabólico y por el otro, la acumulación por el esfuerzo físico. Un ejercicio de intensidad elevada puede llegar a provocar una crisis fuerte por lo que se ha comentado anteriormente de la capacidad de los receptores de histamina para vasodilatar las arterias, aunque recordemos que esta vasodilatación no afectará negativamente a todo el mundo. Por lo tanto, viendo esta relación ¿qué debes hacer si eres deportista y además tienes este déficit enzimático?  Dejar el deporte podría ser la respuesta, pero evidentemente no es la correcta. Practicar ejercicio físico es totalmente recomendable, aunque en estos casos se deberá controlar el tipo de actividad, la duración de ésta y el tipo de alimentación.

El primer paso que se debe tener en cuenta es escoger un ejercicio o deporte que no sea demasiado energético o competitivo. Al menos hasta que uno esté en mejor condición física. La duración de la actividad no debería superar los 30 minutos 3 veces a la semana. Poco a poco puede ir aumentándose el tiempo siempre que la persona llegue a conocer cuál es su límite. Además será muy necesaria una pauta especial de alimentación, en concreto una dieta baja en histamina pautada por un dietista-nutricionista.

Por último quería recordar la importancia de no practicar ningún deporte o actividad física en ayunas. Ayunar provoca una liberación de histamina que sumada a la propia del ejercicio y a la causada por el Déficit de DAO facilitaría de una forma más rápida la aparición de una crisis migrañosa y de otros posibles síntomas típicos del cuadro clínico: náuseas, vómitos, mareos, sensibilidad a la luz y al ruido...

Bibliografía
- BARRET-O'KEEFE, Z; KAPLON, E. Sustained post-exercise vasodilatation and histamine-receptor activation following small muscle-mass exercise in humans. 2012, Department of Human Physiology, University of Oregon.
- HALLIWILL, JOHN; BUCK, T. Postexercise hypotension ans sustained postexercise vasodilatation: what happens after we exercise?. 2012, Department of Human Physiology, University of Oregon.
- Sociedad Internacional del Déficit de DAO <www.deficitdao.org>
- IZQUIERDO, J; MON, D; LORENTE, M; SOLER, L. Un estudio randomizado doble ciego para el tratamiento con DiAminoOxidasa (DAO) en pacientes con Migraña y déficit de actividad DAO. XXI World Congress of Neurology. Viena/Austria - Journal of the Neurological Sciences 333 (2013) e481–e518. Hospital General de Catalunya, Universitat Internacional de Catalunya, Sant Cugat del Vallès, Spain.


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