Histamina y DAO

Hace más de un año escribí el primer artículo sobre el déficit de la enzima DiAmino Oxidasa, pero considero que haría falta contar con detalle qué es la histamina; en definitiva comparte protagonismo con la enzima. 

La histamina es una molécula derivada de un aminoácido esencial, la histidina, y se produce por una descarboxilación gracias a la enzima L-histidina descarboxilasa. Es una amina biógena, del grupo de las aromáticas, con múltiples funciones fisiológicas celulares. Las aminas biológicas son compuestos orgánicos nitrogenados básicos, de bajo peso molecular, que tienen en común la presencia de un grupo amino y un origen biológico. Dentro del grupo de las aromáticas también se encuentran la tiramina, la β-feniletilamina, la triptamina y la serotonina.

La histamina tiene muchas funciones fisiológicas y fisiopatológicas: participa en la regulación de la circulación local, en la hipermeabildad capilar, en la contracción y relajación de la musculatura lisa y los vasos sanguíneos, en la secreción del ácido clorhídrico en el estómago, en les respuestas de hipersensibilidad immediata, en los processos alérgicos, en los inflamatorios como parte de una respuesta immune a patógenos externos, en la cicatrización de los tejidos y también se ha identificado su actuación como neurotransmisor del sistema nervioso central.

Por lo tanto, viendo todas esas funciones que desarrolla, imprescindibles para el buen funcionamiento de muchos procesos metabólicos, no es de extrañar que la histamina se encuentre en cantidades más o menos importantes en una gran variedad de alimentos, tanto de origen animal como vegetal. Es por ese motivo la importancia de saber como controlar los efectos adversos que da su acumulación dentro del organismo.

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